Que esté abierto a Dios
Dios nos da la oportunidad para amar, pero la elección que hacemos de esa persona es un acto de amor personal muy grande que requiere de una reflexión responsable en aspectos prácticos de la vida para saber si es posible compartirla.
Una persona que acepta darle un espacio a Dios en su vida, se convierte en un canal a la bondad y al perdón, una fuente de amor que puede hacer crecer la relación y llevarla a vivirla con fe. No es una noción de fantasía, sino lo que permite vivir lo extraordinario. El diseño de amor de Dios que nos puede llevar a un vínculo feliz y santo.
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