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Crea un presupuesto

Parece la cosa más sencilla y obvia pero es la que menos cumplimos. Es importante que primero hagas una lista mensual con todos tus gastos primordiales: comida, renta, medicinas, educación, servicios y vestimenta (entendiendo que no es la cartera de última colección que acaban de sacar, pero sí el uniforme de los chicos o un par de tenis que necesitas reponer).

Luego esto lo comparas con tus ingresos fijos y, si ves que es muy ajustado o no te alcanza, debes hacer algunos ajustes en tu presupuesto. De repente es comprar la marca del supermercado para ahorrar algo en la comida de casa; o si es el mes de compra de los útiles escolares esperas un mes para tus tenis; o debes buscarte un segundo empleo.

Si ves que tus ingresos son superiores a tus gastos fijos, establece un monto de ahorro y otro de “lujos” donde la familia se pueda dar uno que otro gusto especial o planificar un viaje.

Eso sí, no es que solo vas a aumentar el monto de lujos y el de ahorro lo dejas igual. Mientras más ganes, también ahorra más. Asimismo, no olvides pensar en los demás. También trata incluir un monto para beneficencia y ayudar a los que estén pasando por una situación difícil. 

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