Afronta tus errores A muchos nos ha pasado que gastamos más de lo que debemos. Aunque a veces nos tratamos de autoconvencer que no pasó o que no importa porque tuvimos una semana de trabajo dura y lo merecíamos, lo mejor es afrontarlo.
Tampoco se trata de que te martirices por ello o busques castigarte. Perdónate y proponte ser más juicioso la próxima vez. Si ves que puedes recortar algún gasto, hazlo, pero tampoco se trata de dejar de cenar para cumplir con el presupuesto aunque te gastaste medio salario en una noche con tus amigos.