2 / 6
Los amigos de la infancia nos conocen verdaderamente a fondo
Transcurridos 30 años desde que nos habíamos visto por última vez, acudí a un almuerzo en el campo. Tuvimos todo el día por delante para contarnos cosas ¡y nos faltó tiempo! Cada una de las amigas contó cuál era su trabajo profesional, si se había casado o no, si tenía hijos. También aparecieron separaciones, divorcios, sustos de la salud... y anécdotas que están grabadas en la memoria como sobre mármol y que nos hacen morir de risa cada vez que las recordamos. Al acabar, todas coincidimos en una cosa: físicamente han pasado los años y eso no tiene vuelta atrás, pero ¡de temperamento somos las mismas! La nerviosa sigue siendo nerviosa, la emotiva, la artista, la alocada, la aplicada...
+

© Shutterstock