6 / 8
Les ayuda a tener una autoestima realista

Un niño que siempre triunfa puede tener una visión poco acertada de sí mismo. Al compararse con los demás siempre se verá como superior y le costará más trabajo reconocer sus defectos. El fracaso nos ayuda a ver en nosotros mismos las cosas buenas, y las no tan buenas también, acercándonos a una autoestima más real.

+

© Shutterstock