1. El evaluador crítico La primera estrategia consiste en habilitar y asignar rol de evaluador crítico a todos los miembros del grupo. Para llevarlo a cabo, las críticas deben tener un carácter objetivo, dejando susceptibilidades y personalismos, y que aporten a su vez alternativas de solución. El líder debe mostrarse capaz de soportar las críticas, sin atisbo de emprender represalias, objetivando el conflicto y adoptando una actitud imparcial. Para facilitar se pueden realizar ese feedback de forma anónima. El objetivo es conseguir una normalización de la crítica como herramienta constructiva.
+© George Rudy - Shutterstock