Convertir toda la casa en un parque de atracciones.
Sabemos que los niños son expansivos. Cada espacio que pisan se convierte en su territorio. Hay que saber acotar ese espacio para sus juguetes, sus libros y sus objetos de manualidades, por ejemplo. Puede ser su habitación o también una parte del comedor o salón. Es importante que enseñemos a los pequeños a recoger todo después de jugar: forma parte de su educación. A veces es más rápido decir "ya lo hago yo", pero lo importante es educar a los hijos y eso se logra creando el hábito de ordenar a diario. Verás cómo a largo plazo se nota.
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