Estás a la altura del reto Ser padre o madre viene con un flujo constante de pensamientos de remordimiento perfeccionista: Tendría que haber sido más paciente, debería haber hecho una comida en condiciones en vez de pedir pizza, tendría que haber respondido mejor a esa rabieta…
No importa lo mejor que creas que podrías haberlo hecho, ya lo estás haciendo genial.