Tu hijo no está condenado al fracaso Las familias de padres o madres solteros tienen desafíos únicos, pero los niños son resilientes. Sí, no tener un padre o una madre cerca es una pérdida, es innegable. Pero los niños se adaptan, así que hay que permanecer optimistas.
Sé sincero con tus hijos sobre lo especial de vuestra familia, tanto sobre las dificultades como sobre las bendiciones de vuestra situación. Y no solo es que no estén condenados tus hijos, sino que quizás te sorprendan y estén más a la altura del reto de lo que crees.