A lo largo del día, es normal tener cambios de humor: uno puede sentirse bien y repentinamente sentirse abrumado por la ira o la tristeza en respuesta a ciertos acontecimientos. Sin embargo, estas alteraciones del estado de ánimo pueden ser extremas, impulsivas y frecuentes en algunas personas. Presta atención a los cambios repentinos, exagerados e injustificados. En caso de emergencia, llama a profesionales de la salud y pide ayuda. Estos cambios también deben ser vigilados cuidadosamente en los adolescentes. La adolescencia es un período en el que los cambios de comportamiento son comunes, así que es posible que su gravedad pase desapercibida. Si el adolescente se encierra en su habitación sin querer hablar con nadie y sin saber expresar claramente su sufrimiento, trata de escucharle sin juzgarle y mostrarle comprensión. Si la comunicación es demasiado complicada, busca ayuda especializada.