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Probar el slow sex

Ternura, abrazos, relaciones sexuales, son reflejos del amor que se siente y no deben quedar descuidados. Aunque los niños pueden colmar a sus padres de ternura, ¡terminarán creciendo y emancipándose! Es con el cónyuge con quien estamos llamados a construir una felicidad duradera.

Y los abrazos, besos y caricias contribuyen a ello. Químicamente, el tacto produce oxitocina, que es la hormona del apego, así que ¡a darse caricias! Podéis probar el slow-sex o sexo lento, para vivir la sexualidad con plena conciencia y experimentar nuevas sensaciones más centradas en la atención al otro que en el rendimiento o que en la mera satisfacción rápida.

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