Identificar tus emociones para evitar palabras hirientes En una pareja, se cae rápidamente en hacer reproches al otro, incluso atacándolo. Esté justificada o no la amonestación, existen dos maneras de expresarla.
1. Los reproches: salen de forma más innata, causan dolor y conllevan enfados.
2. Expresar las emociones propias: Se transmite el mensaje al tiempo que se conserva el vínculo afectivo.
Así, el “¡Me tienes harta, te pasas toda la noche al teléfono!”, se convierte en: “Cuando pasas tanto tiempo al teléfono, me aburro y me siento sola. Preferiría que pasáramos una noche los dos juntos, ¿te parece bien?”.
Y el simpático recibimiento vespertino: ¿¡Estas son horas de volver a casa!?” se convierte en un “¡Estaba muy preocupado!”.
La cuestión está en identificar y expresar las emociones, y no en abrumar al otro.