Genera espacios de relajación
Si tu problema está en la sobrecarga, pero no puedes dejar de trabajar o de responder a tus compromisos familiares, busca el modo de rebajar la tensión creando áreas de descanso.
Piensa en cómo son las autopistas. Cada ciertos kilómetros uno dispone de un área de servicio para repostar, estirar las piernas, comer o beber algo y seguir luego conduciendo en mejores condiciones.
Los espacios de relajación pueden ser muy variados, según tus gustos y aficiones. Por ejemplo, si haces trayectos en coche para ir al trabajo y regresar a casa, escoge buena música, que te lleve a recuerdos felices, te ponga de buen humor o te tranquilice, según el momento.
Otro espacio puede ser un buen libro de literatura cuando vamos en el tren o en el metro de camino al trabajo. La lectura nos expande la imaginación y la fantasía, lo que nos lleva a un mundo distinto al que tenemos alrededor.
Para reducir la ansiedad también es muy bueno el ejercicio físico. O descubrir aficiones -como la fotografía- que te pongan en contacto con la naturaleza.
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