Cuando Louis Braille tenía tres años, sufrió un accidente que lo dejó ciego de un ojo. Lamentablemente tuvo una infección, perdiendo la visión del otro también. Entre los 12 y los 15 años, ya cansado del lento sistema de leer pasando sus dedos sobre letras regulares abultadas, empezó a estudiar el sistema de criptografía militar de Charles Barbier, quien había creado un código cifrado para que los oficiales en campaña pudieran redactar rápidamente mensajes encriptados y además poder descifrarlos con los dedos en caso que no hubiera luz. Fue así como Braille creó el famoso código táctil que hoy recibe su nombre para facilitar la lectura y la escritura de las personas con discapacidad visual.
Lo curioso es que otro adolescente de 13 años, pero en el 2014, siguió innovando a partir del invento de Braille. Se trata de Shubham Banerjee, quien creó una impresora para el sistema Braille con piezas de Lego que llamó Braigo.