1 / 5
1. Escuchar 

Todos sabemos escuchar. Lo hacemos continuamente, sin prestar demasiada atención a cómo lo hacemos.

La escucha es efectiva cuando hemos entendido lo que el otro nos quiere decir y cuando el otro se da cuenta de que ha sido así. Para ello utilizamos nuestro cuerpo, nuestros gestos. No sólo las palabras.

No hay una postura física única para escuchar, pero un cuerpo relajado y abierto facilita las cosas. Dar la cara y mirar a la cara, a los ojos, favorece la comunicación.

Mostrar nuestros gestos, asentir, expresar nuestras emociones permite al otro saber que estamos prestando atención.

Podemos evitar malos momentos si, antes de contestar, nos aseguramos de haber entendido lo que el otro ha dicho o ha querido decir.

+

© Photographee.eu - Shutterstock