5. Colaborar: A veces, las dificultades que vivimos en nuestra familia nos hacen sentir que estamos “en un callejón sin salida”, “en un pozo”, “en una rueda sin fin”…
Seguro que tienes tu propia manera de decirlo. Imagínate por un momento que esa situación es real, que de verdad no parece haber salida, que estás en un pozo o en un círculo sin fin. Pero no estás solo.
Te acompaña esa persona a la que quieres y a la que seguramente culpas de haber llegado hasta allí. Quieres salir. Tienes dos opciones, competir o colaborar con ella. ¿Cuál eliges?
La mayor parte de las veces, incluso en las situaciones más complicadas, la cooperación es la salida.