5. María Ramos, la española que en 1585 recuperó el lienzo, había llegado a Tunja en búsqueda de su marido Pedro de Santana, pero al encontrarlo amancebado con otra mujer, partió despechada hacia Chiquinquirá. Allí organizó una modesta capilla en una pesebrera en donde siempre pedía de rodillas a la Virgen que alguna vez «se dejara ver al descubierto».
+© Facebook @BasilicaChiquinquira