Jugar a pasarse la pelota Hay razones que hacen de esta actividad un clásico. El deporte es un momento obvio para estrechar relaciones, pero con demasiada frecuencia los deportes han pasado a ser un asunto de altos vuelos con entrenamientos interminables, viajes de equipos y entrenadores súper serios. Lanzarse la pelota en un parque quita todo ese estrés. No hay más propósito que el de disfrutar del día juntos.