Un Rosario familiar habitual
Reunir a la familia para rezar el Rosario no siempre es fácil. Mantén las expectativas bajas con los niños más pequeños: si se van a dar uno de sus paseos despistados en mitad de un Ave María, no es problema. Lo que importa de veras es ser consistente y darles ejemplo. A medida que se hagan mayores, podrás hacerles partícipes turnándoles para decir las oraciones en voz alta.
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