La ermita de Santa Justa es original porque está excavada en la roca, de modo que el visitante parece que encuentra refugio del mar y de la montaña al entrar en el templo. Estuvo habitada en el siglo VIII y IX por un anacoreta que procedía de Sevilla, de ahí la dedicación a Santa Justa. Es uno de los lugares más caprichosos y fascinantes de Cantabria (norte de España).
+© Rubén Díaz Caviedes (CC-BY-SA-2.0)