Por primera vez, un pontífice celebra una misa en una iglesia de rito caldeo. Lo hizo en la Basílica de Nuestra Señora de la Salvación en Bagdad. Al final de la misa firmó el libro de honor. “Penitente y peregrino de fe y paz en Irak, invoco de Dios para este pueblo, con la intercesión de la Virgen María, la fuerza para reconstruir juntos el país en fraternidad”.
+© VATICAN MEDIA / AFP