2 / 10
Arréglate.
Antes de sentarte a estudiar, dúchate y vístete como si fueras a ir a clase. Es importante tener el señorío de arreglarse, aunque no nos vaya a ver nadie. Así vencerás la pereza y tendrás más disposición de trabajar. Además, el arreglo personal ayuda a mantener la paz familiar. Las manos y la cara sucia, no.
+