Atención y motivación
La motivación está en la capacidad de alcanzar un estado de flujo que le permite al niño del aula Montessori aprender porque le satisface lo que hace.
Entonces el alumno fija su atención. Se ejercita consecuentemente en una atención selectiva donde nada le distrae y puede estar trabajando, aprendiendo, complaciéndose durante periodos de hasta tres horas.
Hoy la atención de un niño en la escuela es un bien escaso. Y es que en el Método, la motivación procede del interior y no de fuera.
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