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Autorregulación del niño
El alumno del Método Montessori se autorregula, se auto-obedece, marca sus ritmos espontáneamente eligiendo los materiales, resolviéndolos, reordenándolos en sus estantes. Eligiendo nuevos retos sin interferir en las tareas de los compañeros. Es una obediencia activa, reflexiva, que consiste en una capacidad de gobernarse a sí mismo. En ese sentido existe en Montessori una pedagogía del esfuerzo y de la voluntad donde cada niño elige libremente lo que quiere hacer sin ser esclavo del capricho. Y todas estas tareas avanzan sobre la adquisición de unos hábitos y unas rutinas positivas  que se repiten con gusto y que llevan a alcanzar un carácter maduro.
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