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Tranquilidad, silencio y armonía
El silencio es un elemento más de la armonía y el orden del aula Montessori. Esta armonía se refleja en que el aula está diseñada a la medida del niño, de su altura, de sus brazos, de sus manos. Y esas afinidades  generan paz. Se podría decir que el aprendizaje Montessori es una experiencia estética donde el niño interpreta bellamente la partitura (metáfora musical) de los materiales que toca y manipula. El aula es armoniosamente bella y los materiales  tan ajustados, sencillos y cargados  de sentido que el alumno se siente impelido a resolverlos.
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