Un fin
Improvisación: esta es la sensación que deja en sus observadores muchas aulas de Infantil y Primaria. Por supuesto que hay un currículo fijado por ley pero en los últimos años se cree más en la creatividad del trabajo por proyectos que en los parámetros del currículo programado.
El trabajo por proyectos es bueno pero nadie dice que se tenga que avanzar a salto de mata. El Método Montessori está en las antípodas: sabe dónde va y cómo llegar desde el principio hasta el final: desde los 3 a los 18 años.
El fin está claro y es coherente con una antropología y una filosofía de la educación centradas en el desarrollo y aprendizaje donde el niño madura al ritmo de su naturaleza.
+© URŠKA MAKOVEC | ALETEIA