Guía completa para mejorar la calidad de sueño en tu bebé 

La calidad del sueño en un bebé es fundamental para su desarrollo físico, emocional y cognitivo. Durante los primeros meses de vida, los bebés duermen entre 14 y 17 horas al día, y ese sueño es crucial para su bienestar general. De ahí, la importancia de tener una guía que te ayude.

Es importante priorizar un ambiente sano para el sueño de tu hijo, así como generar hábitos y rutinas saludables que le permitan tener un mejor desarrollo integral, ya que la calidad de sueño impacta en diversas áreas, las cuales mencionaremos a continuación. 

El sueño profundo es vital para el crecimiento del cerebro. Durante el sueño REM (movimiento ocular rápido), que es en el que los bebés pasan más tiempo, el cerebro procesa y almacena experiencias, estimula el aprendizaje y refuerza las conexiones neuronales. Esto es clave para el desarrollo cognitivo, como el lenguaje, las habilidades motoras y la memoria.

El sueño de calidad está asociado con la liberación de la hormona del crecimiento. Esto favorece el desarrollo físico del bebé, ya que el cuerpo se regenera durante el descanso. Esto incluye la reparación de tejidos, la formación de huesos más fuertes y el fortalecimiento del sistema inmunológico.

El descanso adecuado ayuda a regular las emociones del bebé. La falta de sueño o un sueño interrumpido puede hacer que el bebé se sienta irritable, más ansioso o difícil de calmar. Un sueño reparador le permite estar más tranquilo y menos propenso a tener cambios de ánimo.

Durante el sueño profundo, el cuerpo del bebé produce anticuerpos y refuerza sus defensas. Un bebé que no duerme lo suficiente puede ser más susceptible a enfermedades o infecciones.

La calidad del sueño en el bebé también afecta a los padres. Un bebé que duerme bien tiene menos probabilidades de despertarse durante la noche, lo que permite a los padres descansar mejor y tener la energía necesaria para cuidar de él durante el día.

Ahora bien, veamos entonces aquellos aspectos que puedes cuidar para que tu bebe tenga un sueño completo y reparador, incluyendo esta serie de hábitos a tu rutina y a la del pequeño. 

Es importante que, desde bebés, eduques a tus hijos a llevar una rutina sana, así entenderán que hay un tiempo para todo y su cuerpo se irá acostumbrando a dicha rutina; por lo que, a la hora de dormir, su cuerpo estará preparado para ello. 

En su rutina puedes incluir momentos en el exterior -a la luz del día y al aire libre-, así como establecer horarios fijos para comidas y el baño. Al atardecer, ve preparando el ambiente para que su cuerpo vaya entendiendo que llegará la hora de dormir.  Puedes ir disminuyendo la luz en tu hogar, así como ponerles la pijama, y darles de cenar temprano.

Se le conoce así a los periodos en los que un bebé está naturalmente preparado para dormir, y se refieren al momento en el que el bebé tiene la mayor necesidad de descansar antes de llegar al punto de sobre estimulación o fatiga excesiva. Estas ventanas varían según la edad del bebé y son cruciales para establecer una rutina de sueño saludable.

Estos son los indicadores comunes:

Puedes buscar en Internet algunas imágenes que explican detalladamente los horarios de acuerdo a la edad del pequeño. 

La alimentación será siempre un requisito primordial para procurar el desarrollo, el estado de ánimo de tu hijo y, por supuesto, su calidad de sueño. Además de seguir con exactitud los tiempos de comida, opta por una sana alimentación en casa.