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El clamor del presidente del episcopado de Venezuela esta Navidad

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Manifestation contre Nicolas Maduro, 4 août 2024.

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Carlos Zapata - publicado el 26/12/24
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Aleteia conversó con el presidente de la Conferencia Episcopal de Venezuela. El prelado pide a Dios la superación de la violencia, la represión, la censura y la confrontación. Estima que fundados en el amor cristiano, se puede obtener la justicia, la verdad, la libertad y la paz que tanto se anhelan

La Iglesia Católica en Venezuela enfrenta momentos particularmente difíciles en los que intenta, por medio de sus diversas instituciones de acción social, aliviar el sufrimiento y las vulnerabilidades de miles.

Al comenzar el Adviento, la Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal ha emitido un breve comunicado en el que los obispos denuncian que “viviremos la próxima navidad en medio de dramáticas realidades sociales, económicas y políticas en nuestro país”.

Sin embargo, en este marco, reiteran su compromiso en este tiempo con el expresado por los profetas a (cf. Is 2, 3 – 4) “que las armas de la violencia, la exclusión, la violación de los derechos humanos, y la pobreza se transformen en instrumentos de felicidad, progreso, reconciliación, libertad y paz, y podamos ser más hermanos”.

La situación es particularmente compleja. Y el número de afectados es cada vez mayor. En este marco, Aleteia conversó en exclusiva con un prelado que conoce de primera mano lo que ocurre en la nación sudamericana, donde la Iglesia Católica brinda ayuda silenciosa a quienes lo necesitan.

En la primera línea de servicio y ayuda, Monseñor Jesús González de Zárate fue obispo auxiliar de Caracas, la convulsionada capital venezolana, donde cooperó con el cardenal Jorge Urosa Sabino y a tono con el órgano colegiado de la Iglesia. Más tarde, sucedió al enérgico monseñor Diego Padrón como arzobispo de su natal Cumaná, y desde mediados de este año tomó las riendas de la arquidiócesis de Valencia.

¿Qué le pide a Dios para Venezuela?

Consultado con respecto a qué le pide a Dios para Venezuela en esta Navidad, dijo: “Que los venezolanos y venezolanas nos encontremos en estos días con nuestro Señor Jesucristo, el Hijo de Dios que se hizo hombre por nuestra salvación, y que ese encuentro nos ayude a renovar nuestra vida personal, la de nuestras familias y de toda la sociedad venezolana”.

El prelado hizo votos “para que, sostenidos por la fe, renovados en esperanza y fundados en el amor cristiano, podamos construir una sociedad en la que reine la justicia, la verdad, la libertad y la paz, conforme al querer de Dios, y según el anhelo de las grandes mayorías”.

Igualmente, dijo que ora “para que los venezolanos vivamos algo muy propio de la Navidad: el reencuentro y la reconciliación, para poder afrontar con sabiduría y equidad las difíciles realidades que hoy vivimos”.

En este aspecto, dejó claro que “eso nos exige a todos respeto a la dignidad de la persona y sus derechos, tolerancia, responsabilidad en la construcción del bien común y, por ende, la superación de toda violencia, represión, censura, confrontación y exclusión que tanto dificulta la vida social y política de nuestro país”.

“Con los obispos de la Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal Venezolana, en su reciente mensaje del 29 de noviembre, pido al Niño Dios que toque el corazón de las autoridades para que dicten medidas de excarcelación y plena libertad a los detenidos en las manifestaciones realizadas luego de las elecciones del pasado mes de julio”, dijo.

“Deseo también que los millones de venezolanos que hoy no pueden celebrar la Navidad con los suyos por encontrarse en otros países, pronto puedan hacerlo como es el anhelo de todos”, agregó.

El mayor desafío para la Iglesia en Venezuela

Monseñor Jesús González de Zárate también conversó con Aleteia sobre lo que considera como el principal desafío de la Iglesia Católica en el país:

“Seguir acompañando y sirviendo, como lo ha hecho hasta ahora, al pueblo venezolano, aún cuando las situaciones que hoy nos toca vivir sean más complejas que en otros tiempos. Pienso sobre todo en sostener la esperanza, ante tantas inquietudes, necesidades y temores que hoy vive nuestro pueblo. Nos ayudará en esta tarea en clima espiritual propio de los tiempos de Adviento y Navidad que estamos viviendo, y la celebración del Jubileo del año 2025, en el cual somos todos invitados a ser peregrinos de esperanza”.

“Estamos llamados a ser signos de esperanza”

Por último, mencionó que “el pueblo venezolano, a pesar de las dificultades que le ha tocado vivir en los últimos tiempos, ha demostrado una gran capacidad de seguir adelante, de abrir caminos donde parecía que no los había, de apostar por un camino pacífico para la resolución de nuestros problemas”.

En tal sentido, dijo que “debemos seguir promoviendo y apoyando esta forma de actuación” y se mostró esperanzado de que Dios nos ayudará a renovar nuestra vida personal, la de nuestras familias y la de toda la sociedad venezolana.

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