Hermanos: aliados antes, durante y después del matrimonio

Preparar una boda es una gran alegría, pero también genera algunas pequeñas preocupaciones; o al menos elecciones que hay que hacer, desde la vestimenta hasta el menú o la decoración. Afortunadamente, los novios pueden contar con la inestimable ayuda de sus hermanos, sea cual sea su edad.

Apoyo práctico y emocional desde los primeros preparativos, son aliados de oro cuando se trata de preparar las cosas y ser un oído atento para la pareja el gran día.

La prueba del vestido de novia es un momento crucial y maravilloso. Además, es una forma de que la futura esposa tome conciencia de lo que está a punto de vivir.

Constance eligió a su hermana Amélie para esta etapa tan emotiva. "No podría verme sin ella", dijo. "Amélie conoce mi gusto por la ropa mejor que nadie. Sabía que sería de gran ayuda y evitaría que me equivocara".

La presencia de los hermanos y hermanas es útil el día de las pruebas, ¡son los más indicados para dar una opinión sincera y objetiva! Pero también es un momento especial que vivirán y atesorarán juntos.

Charles eligió su traje de boda con sus tres hermanos y es un día que aún recuerda. "Tengo que admitir que no me ayudaron mucho a elegir el traje, pero nos divertimos mucho aquel día", recuerda.

Escribir y enviar las invitaciones, elegir la decoración, crear una lista de canciones… Preparar una boda puede resultar a veces desalentador. Ana y Juan, que compaginan su trabajo con sus obligaciones parroquiales, decidieron confiar algunas tareas a sus hermanos y hermanas para aliviar un poco la presión.

"Mi hermana es diseñadora gráfica, así que accedió amablemente a crear una invitación a medida para nosotros, y mis hermanos pequeños se encargaron de enviarlas", recuerda Anna, que se casó en mayo de 2019. Fue una ayuda inestimable que ahorró horas de trabajo a la pareja.

Naturalmente, Agnes y Francisco confiaron a sus respectivos hermanos la lectura de los textos y la oración universal durante la ceremonia de su boda.

El papel de los hermanos también se extiende a la organización de una despedida de soltero memorable, adaptada a los gustos y expectativas del novio o novia, lo que demuestra su capacidad para personalizar este importante acontecimiento. Sara eligió a sus seis hermanos y hermanas para que fueran los testigos de su boda.

"Mi despedida de soltera fue más bien una reunión familiar", dice. Sin embargo, estaba encantada de pasar un fin de semana con los que considera sus mejores amigos. "No solemos reunirnos sin nuestros respectivos hijos y cónyuges. Fue un momento muy especial, y a la vez muy emotivo, porque fui la última en casarse".

Más allá de los preparativos, los hermanos son una ayuda inestimable en el gran día. Es a ellos a quienes los novios pueden confiar las tareas de última hora.

"Aunque eran pequeños cuando me casé hace cuatro años, mis hermanos pudieron echarnos una mano preparando los ramos de flores para decorar la iglesia y ayudando a colocar las etiquetas de los planos de las mesas", recuerda Antonio.

Arthur, por su parte, confió una misión algo más delicada a su hermana Clara: "Ella se encargó del catering. Tenía que solucionar si algo iba mal para que pudiéramos disfrutar al máximo de la recepción".

También se puede elegir como padrino a un hermano o hermana, por su evidente cercanía. "Mi hermano estaba allí cuando conocí a Quentin. Ha seguido nuestra historia de amor desde muy lejos. Estamos muy unidos, así que naturalmente le pedí que fuera mi padrino", dice Clara.

Aunque muchas personas se conforman con seguir un camino tradicional: prepararse para la despedida de solteros, leer un texto en Misa y dar un discurso la noche de bodas, los testigos también están llamados a actuar como confidentes después de la boda y, si es necesario, aportar una visión externa de cómo progresa el matrimonio.