Me enteré por su esposa, a la que encontré en un almacén donde trabajaba. Fue una noticia muy triste.
Mi antiguo amigo y compañero del colegio se moría. Estábamos aún jóvenes, recién graduados, llenos de vida. No era fácil aceptarlo.
- ¿Eres Claudio? —me preguntó —. Estabas en el colegio con mi esposo.
Asentí con la cabeza y le extendí mi mano para saludarla. Hablamos un rato y me contó la tragedia.
¿Cómo ayudarlo?
Él era médico cirujano de profesión y en una operación a un paciente enfermo, se contagió de esta terrible y dolorosa enfermedad.
Tenía dolores, un hipo y una tos intermitentes. Sufría mucho. Su vida se apagaba y como era médico, lo sabía.
Le pregunté a ella si podía pasar a verlo. Quería consolarlo, acompañarlo, darle ánimos, hacerlo sonreír. En esas circunstancias siempre es bueno saberse acompañado.
—Va a ser imposible. No quiere que lo vean en ese estado— respondió.
—¿Puedo al menos escribirle? — se me ocurrió preguntar.
—Por supuesto, Claudio. Seguro se pondrá muy contento al saber que piensan en él.
Quedamos en vernos al día siguiente. Esa noche reflexioné sobre lo ocurrido y oré largo rato. "Señor, ¿qué puedo hacer por él?".
Recordé lo que una vez leí en II Corintos 4:
El poder de las palabras
Me senté a escribir una larga y entretenida carta, recordando aventuras jocosas del colegio. Para animarlo, le hablé de los libros que estaba leyendo y al final le dije que lo tenía en mis oraciones.
Al día siguiente, como acordamos, le entregué la carta a su esposa. Sorprendentemente una semana posterior a la entrega de mi carta recibí una llamada telefónica. Era ella.
—Claudio—me dijo —, leyó varias veces tu carta, se puso feliz, lo has animado muchísimo y te respondió. Tengo un sobre sellado para ti. Te espero en mi trabajo.
Ese mismo día lo recogí y me dispuse a leer su respuesta. Así empezó un intercambio epistolar que duró poco tiempo, pues él murió a los meses.
![La fórmula bíblica para obtener lo que necesitamos](https://wp.es.aleteia.org/wp-content/uploads/sites/7/2022/05/shutterstock_1882125016.jpg?resize=300,150&q=75)
El gran consuelo
En su última carta, que guardo como un tesoro, me contaba que lo que le brindaba paz y consuelo en esos momentos de aflicción eran: la confianza en Dios, la oración y una vieja Biblia que tuvo guardada muchos años en una gaveta sin abrirla.
Ahora la leía voraz sabiendo que le quedaba poco tiempo y me recomendaba: "Lee tu Biblia Claudio, no esperes a estar como yo para descubrir sus enseñanzas, promesas y palabras de consuelo".
En tantos hogares católicos encontramos unas biblias enormes. Las tienen abiertas, muchas de ellas en el salmo 23.
Parecen adornos colocados sobre un atril de madera, a veces en medio de un pasillo.
Si las personas supieran todo el beneficio espiritual que brinda su lectura, las tendrían con sus hojas gastadas de tanto leer.
![El asombroso poder de la Biblia católica](https://wp.es.aleteia.org/wp-content/uploads/sites/7/2022/03/shutterstock_2043331751.jpg?resize=300,150&q=75)
Los tesoros de la Biblia
Yo era de esos que apenas leen sus Biblias. Un día me decidí, y me dije: "voy a leerla".
Fui a una librería católica cercana a mi casa y compré una Biblia de letra grande. Si la vieras… te sorprenderías al encontrar muchas de sus páginas subrayadas.
Y es que no me pude resistir a subrayar versículos edificantes que llamaban mi atención, como este que se encuentra en Juan 4, 23-24:
No te imaginas la cantidad de horas que paso reflexionando sobre esas palabras: "los adoradores verdaderos adorarán al Padre en espíritu y en verdad".
Ahora, con todo lo que descubro en ella, me he dedicado a recomendar a los católicos que lean la Biblia. Allí encontrarán muchas de las respuestas que buscan a sus inquietudes.
Amable lector, ¿lees la Biblia? En Aleteia te explicamos qué orden llevar para leerla y sacar el máximo provecho a sus enseñanzas.
![En qué orden leer los libros de la Biblia](https://wp.es.aleteia.org/wp-content/uploads/sites/7/2020/11/Reliure_bibliothèque_de_la_Pléiade.jpg?resize=300,150&q=75)
¡Anímate! ¡Tómala y lee!
¡Dios te bendiga!
Aquí algunas citas de la Biblia que pueden ayudarte: