Ignacio Esparza Lezáun es un chico de 26 años como cualquier otro, nacido en Pamplona, en el Norte de España.
Cuando tenía 22 años sorprendió a sus amigos de universidad, a sus padres y hermanos con una noticia bomba.
En plena sociedad de Twitter, Instagram y TikTok, anunciaba su decisión de consagrarse a Dios como monje benedictino.
Este joven de la “Generación Z”, que comprende a aquellos nacidos en los últimos años de los noventa e inicio de los dos mil (1995-2000) recibe la sabiduría de su comunidad.
Su testimonio en vídeo, producido por Arguments, ha sido visualizado en Youtube más de cien mil veces.
Y son numerosos los artículos que han escrito sobre él medios de información, sorprendidos ante la decisión de un joven que se hace benedictino.
Fray Ignacio forma parte de la comunidad del Monasterio de Leyre, uno de los conjuntos monásticos más importantes de España por su relevancia histórica y espiritual. De hecho, existen pruebas de su existencia ya en el año 848.
Historia de una vocación
En su testimonio, Fray Ignacio recuerda el día en que decidió anunciar a sus padres que entraría en el monasterio:
“También mis hermanos están muy contentos, y les estoy muy agradecido por todo el apoyo", reconoce.
“Aquí, en la vida benedictina, es muy importante la belleza. Nos pasamos mucho tiempo cantando y rezando", revela el fraile.
“¿Has tenido miedo?”
Ante la pregunta de si ha tenido miedo, fray Ignacio responde con franqueza:
Las dificultades
Cuando se le pregunta qué es lo que más le ha costado, el joven monje benedictino responde:
“Una cosa que cuesta mucho es el ritmo del día a día -añade-. Al final todos los días son iguales".
Por otra parte, prosigue el monje, citando a san Juan de la Cruz, “en la vida en comunidad los hermanos te liman, te quitan asperezas. Es verdad".
Ser monje hoy
El consejo de Fray Ignacio para aquella persona que se plantea dedicar totalmente su vida a Dios es rotundo:
“Todas las vocaciones son una entrega al Señor y todos los caminos que se pueden elegir en la vida con mirada de fe acaban convirtiéndose en caminos hacia el Señor", aclara.
En particular, a quien se plantea la vocación en el celibato, ya sea en el sacerdocio o en los monasterios, en la vida religiosa, el fraile asegura:
Cambiar el mundo desde un monasterio
Fray Ignacio está convencido de que es posible cambiar el mundo estando fuera del mundo.
Para explicarse cita una famosa frase de la madre Teresa de Calcuta:
Para cambiar al mundo, primero tenemos que cambiarnos a nosotros mismos.
“Yo reo que hay dos formas de cambiar el mundo estando fuera del mundo -explica-. La principal es la oración".
La vida de un monje
Fray Ignacio resume su vida en el famoso adagio de la vida benedictina: “ora et labora”.
“Nos levantamos pronto para rezar y rezamos hasta bien avanzado el día -revela-. Por las mañanas dedicamos tres horas y media al trabajo y por las tardes otras dos o tres horas también”.
La oración es comunitaria y personal. La comunitaria tiene lugar principalmente en la iglesia, el rezo de la Liturgia de las Horas (el oficio divino), y la misa.
La oración personal la realiza el monje en privado. Se trata de la ‘lectio divina’, en la que medita en los textos de la Sagrada Escritura o de autores eclesiásticos y, como a él le gusta decir, se enfrenta ante ellos.
¿Qué hacer por los contemplativos?
El joven monje también responde a una pregunta muy común: ¿cómo es posible ayudar a los monjes y monjas contemplativos?
“Lo primero y principal, rezar por nosotros -responde con claridad-. Es verdad que a nosotros nos dan de comer para que recemos [dice con una sonrisa], pero también nosotros necesitamos la oración de los demás, pues también nosotros somos personas normales, y tenemos nuestras limitaciones y nuestro pecado".
En segundo lugar, añade, “la gente de la calle puede manifestarnos de una manera concreta que cuenta con nosotros, pues aunque nuestra vida sea una vocación de entrega absoluta al Señor, también es una vocación en el corazón de la Iglesia".
"Y al final en la Iglesia estamos todos. Es bonito que el pueblo fiel tenga consideración hacia nuestra vida”, concluye emocionado.
Si quiere conocer más de cerca y rezar con fray Ignacio Esparza Lezáun, el próximo miércoles 16 de febrero, a las 7:30pm de Madrid (3:30 pm de Buenos Aires, 1:30 pm de Miami, 12:30 de México D.F.) la Fundación DeClausura organiza el IX Encuentro en torno al claustro del Monasterio de Leyre.
En el encuentro, el joven monje rezará, tal y como lo haría en su celda su “lectio divina” sobre el Salmo 102.
Es posible ya inscribirse en este enlace para reservar su participación gratuita: https://mailchi.mp/declausura.org/9_encuentro_claustro_leyre_fray_ignacio
Por Matilde Latorre