Rivalidad no es enemistad. Y así lo comprobamos con las palabras que se intercambiaron un diputado del Parlamento andaluz y el consejero de Educación de esta comunidad autónoma. Ocurrió el pasado jueves día 16.
Este último, Javier Imbroda, del partido Ciudadanos (en la coalición de gobierno actual), lleva cinco años luchando contra un cáncer de próstata. De ello habla públicamente.
El diputado socialista Juan Pablo Durán tomó la palabra para formularle una pregunta desde el partido de la oposición. Pero al intervenir quiso primero dar coraje y fuerza al rival político.
Durán se levantó, se puso ante el micrófono y habló primero de «la alegría y la satisfacción» que le daba poder hacerle la cuestión y «verlo bien».
Durán, expresidente del Parlamento, conoce lo que es estar enfermo porque recientemente superó un ictus. «Sabe que lo tengo siempre en mi pensamiento y le deseo lo mejor. Fuerza y ánimo, que lo vamos a superar seguro, Javier», dijo.
Durán se refirió al consejero, que está en tratamiento, aludiendo a su espíritu deportivo y luchador. «Usted es una persona competitiva, lo ha sido toda su vida y es un momento oportuno para que hagamos esta reflexión y lleguemos a alguna conclusión entre los dos», dijo, y a continuación le hizo la pregunta política.
El consejero quedó impactado: «Muchas gracias, me emociona usted», dijo. Tuvo que secarse las lágrimas con un pañuelo y callar un momento para respirar hondo y serenarse.
Aplauso desde todas las bancadas
Hubo entonces un aplauso en el Parlamento andaluz, que todos los ciudadanos agradecemos de corazón. Vimos que la política habla de personas y sirve a las personas. Vimos a dos políticos unidos en lo importante. Y vimos a dos rivales que se respetan y se desean lo mejor.
Imbroda, el consejero, que ha sido entrenador y seleccionador nacional de baloncesto, le contestó: «Seguiremos adelante, luchando, no he conocido otra cosa en mi vida que luchar. Mi vida ha sido luchar continuamente».
