El desarrollo de la Copa América sigue su curso en Brasil. Sin dudas una edición atípica y marcada por la pandemia del coronavirus. Esta situación ha afectado a algunos seleccionados. El caso más elocuente es lo acontecido con Venezuela y más de una decena de casos detectados previo al inicio del torneo.
Es que la pandemia y lo oportuno de concretar un evento que debería ser solo una fiesta deportiva, ha generado críticas a todos los niveles. Ni la selección de Brasil ha quedado inmune y hasta sus integrantes, cuerpo técnico y jugadores, se animaron a expresarse en contra de la organización de este torneo. No obstante, el balón comenzó a rodar el pasado 13 de junio.
En medio de todo esto, en las últimas horas aconteció un gesto que sorprendió a muchos y que se volvió tema de conversación. Se trató del diálogo con que mantuvo el técnico de la selección de Ecuador, el argentino Alfaro, y su colega “Tite”.
Una vez finalizado el encuentro entre Ecuador y Brasil, Alfaro se acercó a “Tite” y comenzó a elogiarlo. Una vez terminado el coloquio ambos técnicos se abrazaron y a “Tite” se lo apreció emocionado. ¿Qué fue lo que le dijo Alfaro? La gran pregunta que no tardó tiempo en ser respondida a través de los medios de comunicación que estaban registrando el momento.
"No se vaya, por favor. Resista que usted va a terminar siendo campeón del mundo, acuérdese lo que le digo. Usted dignifica esto", le dijo Alfaro.
Alfaro no ha estado exento de críticas desde que asumió la dirección técnica de Ecuador, algo en este caso habitual cuando los resultados no son los más esperados. No obstante, más allá de lo coyuntural o deportivo, Alfaro suele recibir elogios por su profesionalidad.
Incluso, en 2020, cuando fue entrevistado por un medio ecuatoriano, no ocultó que es un hombre de fe y realizó la siguiente confesión con respecto a su trabajo: “Le pido a Dios por lucidez y serenidad para tomar decisiones”.
Es tal vez la misma serenidad que ahora le pide a su colega “Tite” a través de un diálogo poco común que dio la vuelta al mundo por ser poco habitual (máxime todavía si quien lo dice es un argentino y quien lo escucha un brasileño con la rivalidad más que conocida a la hora de hablar de fútbol), pero que enaltece el deporte. Dar lo mejor de uno mismo, como ha pedido el propio papa Francisco al hacer referencia al tema del deporte, de eso se trata.