Descubre esta nueva etapa en nuestra peregrinación cuaresmal por las iglesias de RomaLa basílica de santa Anastasia es probablemente una de las más antiguas de Roma (como muy tarde, del siglo IV). La identidad de esta santa no está clara: para algunos, se trata de la hermana del emperador Constantino; para otros es una mártir de Sirmio; incluso para otros es sencillamente el nombre de una rica matrona que cedió el terreno a la iglesia.
La Basílica está vinculada por la tradición a la predicación de san Jerónimo (siglo IV), que probablemente vivió allí, y que traería desde Tierra Santa importantes reliquias: desde hace más de 1600 años, se custodian el manto de san José y una parte del velo de la Virgen.
En esta basílica, el Papa celebraba la Misa de la Aurora en Navidad y el Rito de las Cenizas el primer día de la Cuaresma. Desde aquí (hasta el siglo XVIII) partía también la procesión hacia la basílica de santa Sabina. En esta iglesia se depositaban las cruces e insignias de los diversos grupos eclesiásticos que participaban en las estaciones cuaresmales.
Hoy, en la iglesia que custodia las reliquias de su padre putativo, Jesús nos invita a llamar a Dios con el nombre de “padre”.
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Ustedes recen así:
Padre nuestro que estás en el cielo,
santificado sea tu nombre…
Mt 6,9
En colaboración con la Oficina de Comunicación Social del Vicariato de Roma