¿Quién no ha tenido alguna vez la impresión de estar corriendo constantemente, de no tener un minuto para respirar entre tantas obligaciones y urgencias durante la jornada? Según un estudio internacional del Observatorio francés de Sociedad y Consumo (l’ObSoCo), realizado entre finales de 2015 y mayo de 2016, el 74% de los encuestados valoraron que el ritmo de vida de la sociedad actual es demasiado rápido, impidiendo el tiempo en familia.
Y al 90% le gustaría revisar su organización para dedicar más tiempo a sus allegados. Diane Ballonad Rolland, asesora en organización y gestión del tiempo, autora de la obra Magical Timing, ofrece algunas pistas para encontrar tiempo para los demás.
¿Por qué tengo la impresión de estar desbordado?
La gestión y la recuperación del tiempo no es una problemática nueva, subraya Diane Ballonad Rolland. Como prueba, Séneca ya escribió en su tiempo un texto sobre el tema, y lo cierto es que no ha envejecido nada. Sin embargo, reconoce, después de un par de milenios, las nuevas tecnologías de la información y la comunicación han contribuido a acelerar nuestro tiempo, y eso es algo perceptible.
El aumento de la carga de trabajo, la intensificación de los ritmos, también están en el origen de esta aceleración. "Todo circula a mucha más velocidad hoy en día, tenemos acceso a multitud de información y, necesariamente, nos conduce a involucrarnos en muchas más actividades que tiempo atrás. Porque las posibilidades se han multiplicado", explica Diane Ballonad Rolland. ¿La dificultad? "Autorregularse, tomar conciencia de que tenemos límites".
¿Cuándo debería pensar en reducir el ritmo?
La necesidad de bajar el ritmo puede expresarse de forma diferente de una persona a otra, indica Diane Ballonad-Rolland. Puede ser engañoso, puede empezar simplemente a raíz de constatar que no nos sobra ni un minuto para los pequeños detalles, para las pequeñas atenciones.
"En algunas personas, esto puede manifestarse por el hecho de estar menos disponible, menos paciente, por enervarse fácilmente… Son pequeñas señales que deberían alertarnos", añade Diane Ballonad Rolland.
Defender al máximo el final de la jornada para encontrar tiempo para los seres queridos
Preservar la esfera familiar es muy importante para el equilibrio personal. "Pero hoy en día, con las nuevas tecnologías, se difuminan las fronteras entre la vida profesional y la vida personal, algo mucho más cierto cuando uno es autónomo o jefe de su propia empresa o cuando trabaja en casa", lamenta Diane Ballonad Rolland.
Así que en esos días tan frecuentemente sobrecargados, ¿cómo salvar un poco de tiempo para estar con los allegados? "Para ello hay que intentar simplificar el día a día. Por supuesto, suena fácil dicho así: ‘es suficiente con…’, ‘solamente hay que…’, pero no siempre es tan evidente", reconoce.
Se puede, por ejemplo, intentar controlar los finales de la jornada; lo ideal sería evitar imponerse demasiadas exigencias en este tramo horario para permitirse de verdad respirar y relajarse.
Por supuesto, algunas tareas son ineludibles, pero hay que tratar tanto como sea posible simplificarlas y examinar concretamente lo que se pueda reducir al máximo. "Este último punto depende de cada persona", precisa Diane Ballonad Rolland.
Conceder algunos momentos a atender de verdad a los demás
Vivimos en una sociedad en la que nuestra atención vale oro, es solicitada constantemente y por todo el mundo, según explica Diane Ballonad Rolland.
En estas condiciones, al final se vuelve difícil dedicar la atención a los de nuestro entorno. Sin embargo, es primordial concederles este cuidado, quizás no de forma continuada, pero sí en pequeñas muestras de atención. El objetivo es estar totalmente presente en la vida del otro en los momentos precisos, que cada uno puede definir.