En aquel tiempo, Jesús dijo a la multitud: "Nadie
enciende una vela y la tapa con alguna vasija o la esconde
debajo de la cama, sino que la pone en un candelero, para que
los que entren puedan ver la luz. Porque nada hay oculto que
no llegue a descubrirse, nada secreto que no llegue a saberse
o a hacerse público.
Fíjense, pues, si están entendiendo bien, porque al que
tiene se le dará más; pero al que no tiene se le quitará aun
aquello que cree tener".
Lucas 8, 16-18