“¡Vete, ya no te aguanto más!”, le suelta Ana a su marido en medio de una disputa conyugal. Carlos coge entonces su teléfono móvil y recorre la agenda de contactos: “A ver, ¿cómo las había clasificado? ¿Por su nombre o por apellido? Ángela, Carla, Daniela, Marta…”
Absolutamente desconcertada, Ana rompe en una gran carcajada. ¡Ah! Su marido siempre le resultó divertido, siempre sabe usar el humor para salir de las pequeñas riñas de pareja…
Un poco de risa diaria valdría tanto como algo de ejercicio físico
En efecto, varios estudios científicos han mostrado los beneficios de la risa para la salud. Refuerza especialmente el sistema inmunitario, previene las enfermedades cardiovasculares, ahuyenta la depresión y el estrés y, cómo no, mejora las relaciones entre las personas.
Parece ser, además, que, al activar los centros de recompensa del cerebro, libera dopamina (el neurotransmisor de la felicidad), cosa que estimula las sensaciones de placer.
Para una buena higiene vital, un poco de risa diaria valdría tanto como algo de ejercicio físico. Cuando hemos reído bien, vemos la vida de forma más distendida, la desdramatizamos más fácilmente, vemos las cosas con más optimismo, estamos menos ansiosos, más abiertos al diálogo y vemos con más distancia nuestras dificultades.
¡Así que no nos privemos! ¡Riamos! Recibamos con risas todas las situaciones que encontremos graciosas o absurdas.
Dame, Señor, el sentido del humor
Habrá personas que dirán que el humor, aunque es algo que pueden valorar, no es una destreza para la que estén muy dotados o, directamente, que son incapaces de practicarlo. Estas personas pueden recurrir al consejo de Tomás Moro y rezar con él:
Dame, Señor, el sentido del humor.
Concédeme la gracia de comprender las bromas,
para que conozca en la vida un poco de alegría y
pueda comunicársela a los demás.
Los juegos, una forma de reír juntos
Podemos reír también con nuestros humoristas preferidos, que saben bien identificar todas esas situaciones divertidas y presentarlas para permitirnos reír también nosotros. Un buen espectáculo permite liberar todas las tensiones acumuladas.
¿Y los juegos? ¿Por qué no practicar esta otra forma de reír juntos? Los juegos no están reservados a los niños, aunque también permiten pasar buenos momentos en familia.
También aquí nos damos cuenta del bien que genera la risa. Hay un tiempo para todo, nos recuerda el Eclesiastés. No debemos olvidar encontrar ese tiempo para reír.
Marie-Noël Florant
Hoy celebramos a...