Calificado a menudo como “apóstol de la caridad”, san Vicente de Paúl dedicó su vida al servicio de los más pobres. Este 17 de octubre, con motivo del Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza, pedimos a quien fue fuente de inspiración para muchas asociaciones y congregaciones que nos ayude a tener un corazón compasivo al sufrimiento de los más desfavorecidos:
San Vicente de Paúl,
apóstol y testigo de la Caridad de Cristo:
enséñanos a amar a Dios con hechos y con verdad
y, ante todo, en la persona
de los pobres y necesitados
que su Providencia ponga en el camino de nuestra vida.
Enséñanos a no desviar la mirada
de los heridos de la vida,
sino más bien a dirigirnos hacia ellos,
para convertirlos en nuestros prójimos.
Obtennos un corazón tierno y compasivo
con las miserias y sufrimientos de los pobres,
especialmente de los más indefensos
y abandonados de este mundo;
enséñanos a ser generosos
para servirles a expensas de nuestros brazos
y con el sudor de nuestras frentes.
Acompáñanos en nuestro servicio a los hombres
e intercede ante el Hijo de Dios,
que dio su vida por amor a nosotros,
para que en nuestra familia, nuestro trabajo, nuestro barrio,
nuestra parroquia, nuestras comunidades,
seamos testigos creíbles de su Evangelio del Amor.
Amén
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