¿Te parece imposible perdonar a esa persona? La herida es demasiado profunda. Prueba este método que te ayudará a dar un paso hacia quien te hizo tanto daño.
“No puedo perdonarlo”; “Nunca lo lograré”. Perdonar a esa persona que nos ha hecho tanto daño parece misión imposible. Puede que pensemos en ella casi todo el tiempo. Nos cuesta aceptarlo. Sin embargo, por muy injusto que parezca, el perdón podría transformarnos. Solo tenemos que sacar una lección positiva.
Al reprimir este perdón, nos bloqueamos a nosotros mismos y la acción de Dios. El rencor nos encierra y nos impiden evolucionar. ¿Cómo podemos deshacernos de todos estos resentimientos que nos agobian? ¿Logremos vivir en el presente y sentirnos más liberados?
Redescubrir la alegría del amor
Algunos terapeutas proponen a sus pacientes que escriban una carta incendiaria en la que se desahoguen y expresen de forma escandalosa todos los reproches que puedan hacer a sus padres, a sus familiares, a su jefe… En definitiva, a aquellos que les hicieron daño… Inténtalo, pero cuidado, no envíes tu carta. Es una “carta basura” que expresa los sentimientos contradictorios que tienes. Día tras día, completa tu carta hasta que te sientas aliviado.
“¡Está todo resuelto!” Puedes leerla a alguien cercano a ti, en quien confías completamente, para asegurarte de que la “limpieza” está hecha.
Pero, no te quedes con esa mala onda. Redacta una segunda carta, esta vez una carta de amor. Esta debe ser positiva. En ella puedes expresar tu gratitud por todo lo que estas mismas personas te han dado. Recuerda los buenos recuerdos, intenta comprender sus dificultades, hasta que sientas compasión. Completa esta carta diariamente hasta que te sientas en paz y habitado por el perdón de Dios.
Este enfoque dual es a menudo necesario para que el pasado ya no nos desordene y aprendamos a diferenciar. Gracias a este método, saldrás más fuerte, más cariñoso y sobre todo más positivo.
Yves Boulvin es instructor en relaciones humanas, psicólogo y consultor