¡Los pequeños gestos diarios de cada familia funcionan como un verdadero cemento! Satisfacen las necesidades esenciales: dar confianza a los niños, reforzar la identidad familiar, ayudar a crecer espiritualmente una familia. ¡Y en este campo, los padres se muestran muy ingeniosos!
Los ritos dan su sabor a la vida cotidiana introduciendo variedad. Y esta es su primera función: dar sentido y relieve a la monotonía de los días.
Santificar el domingo pasa por mil detalles concretos para hacerlo un día diferente. Por ejemplo, pasar el pan del desayuno por el horno, encender una vela para el almuerzo o ver una buena película en familia los fines de semana.
Otra función de los ritos es forjar la identidad de la familia, hacer que su forma de vida sea diferente a cualquier otra. Vividos en un clima alegre, promueven el crecimiento sereno y la realización. Es una forma de dar sentido a las repeticiones de la vida cotidiana.
Ritos que marcan la vida cotidiana y la hacen más alegre
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