"Cuando un hombre y una mujer se casan, se vuelven uno. La dificultad estará en decidir cuál de los dos", dijo el escritor estadounidense Henry Louis Mencken. El amor nos empuja a hacer todo por el otro, pero es necesario, antes de casarnos, conocer sus necesidades, debilidades, fortalezas, cualidades y defectos.
Las diferencias pueden ser una fuente de riqueza, pero también un problema. El diálogo antes de la boda debe, por lo tanto, entrar en los detalles más pequeños. Estos pequeños detalles que incluso podemos despreciar al pensar que "¡el amor va más allá de eso!" pueden convertirse con el tiempo en un obstáculo importante e incluso provocar una fractura profunda en la pareja.
Es importante conocer francamente el uno al otro, porque con el tiempo todo sale a la luz. Así que aquí te dejamos algunas preguntas que debes hacerte a ti mismo y a tu pareja.
Preguntas para reflexionar
1. ¿Estoy cómodo con sus amigos?
2. ¿Puedo compartir sus pasiones? ¿Puede compartir las mías?
3. ¿Cómo resolvemos los conflictos? ¿Es siempre él/ella quien "gana en las discusiones? ¿Podría tolerar esto toda mi vida?
4. ¿Tenemos opiniones políticas opuestas? ¿Podría soportarlo de ser así?
5. ¿Estamos de acuerdo en el nivel de vida que queremos tener? ¿Es realista?
6. ¿Podemos costear sus/mis aficiones o hobbies?
7. ¿Tenemos alguna idea de cuántos hijos nos gustaría tener? ¿Qué opinamos de la educación religiosa de nuestros futuros hijos? ¿Qué pasa si no podemos tenerlos?
8. ¿Me molesta su carácter, comportamiento o forma de relacionarse con los demás?
9. ¿Me gusta que fume o que beba? O en dado caso que yo lo haga, ¿sé que piensa mi pareja al respecto?
10. ¿Qué opino sobre su temperamento? ¿Es melancólico, colérico, flemático o sanguíneo?
11. ¿Qué opino su sentido del humor? ¿Me divierto con esa persona?
12. ¿Cómo es su relación con sus padres? ¿Depende demasiado de ellos?
13. ¿La forma en que se ocupa de sus problemas personales me parece satisfactoria?
14. ¿Diferimos en nuestras concepciones del matrimonio, de la fe y su práctica, nuestros valores? ¿Existen puntos en los que estas diferencias pueden llevar a conflictos? ¿Tendemos a evitar estos temas?
15. ¿Nos entendemos en el tema económico? ¿Hemos llegado a acuerdos?
16. ¿Soy capaz de "dejar a mi padre y a mi madre" para unirme a él/ella?
Aceptar que la otra persona no sea como habíamos soñado
Es importante no olvidar que: la vida en pareja es muy bella pero también es difícil.
La pareja, en algún momento, se enfrenta al hecho de que el otro es diferente, que él/ella no es como se lo habían imaginado. Y aunque se tenga el sueño de una unidad total, en donde se pueda hacer todo juntos (como ir a Misa, supermercado, todos los lugares), la fusión resulta imposible.
Pero, ¿somos capaces de aceptar que nuestra pareja no sea como habíamos soñado que sería? Si es así, porque podemos aceptarlo y ¡amarnos uno a otro!
Denis Sonet
