Aleteia logoAleteia logoAleteia
miércoles 24 abril |
San Fidel de Sigmaringa
Aleteia logo

“Soy Yo”, exclamó Jesús desde aquel sagrario, “aquí estoy, quiero consolarlos” (Un bello Testimonio)

Guitta Maroun

Claudio de Castro - publicado el 02/11/20

Hoy en misa me ocurrió algo extraordinario. La verdad es que fui temprano por insistencia de Vida, mi esposa. Había pasado una mala semana y estaba desganado espiritualmente. Son esos momentos en que descuidas la oración y todo se pone peor.

No hice más que pisar aquella iglesia cuando escuché una dulce voz en mi interior: “Aquí estoy Claudio”.

De pronto me inundó un gozo infinito, difícil de explicar, que estremeció mi vida y mi alma. Todavía, al momento de escribir estas palabras, ruedan pequeñas lágrimas de emoción por mis mejillas.

Qué indignos somos de tanto amor.

Era tanto que se desbordaba de mi alma… Imposible retenerlo.

Me senté en la banca que me asignaron sin decir una palabra.

No quería que aquella certeza del amor de Dios, que estaba en mí, me abandonara.

Sentía el Paraíso en la tierra. Cuánta dulzura en el alma experimenté en aquella Eucaristía, en la que Jesús se hizo presente.

Le pedí a mi esposa un trocito de papel y un lapicero y escribí en él rápidamente esta oración, que me brotó del alma, pidiendo perdón por mis pecados, dudas e indiferencias, agradeciéndole tanto amor, tanta gracia.

Señor del Sagrario, aquí estoy.
He venido a saludarte.

Apiádate de mí.
He dejado de rezar
como solía hacer.
Han disminuido mis fuerzas y
estoy cansado.

Señor del Sagrario, te veo y me miras ilusionado.
A veces creo que ya no puedo más.
Y llegas Tú y me pides continuar.

¿Por qué lo haces?
“Porque te amo”.

Señor del Sagrario,
esta mañana he visto al sacerdote
pasar frente a ti.
Se detuvo, te miró, se arrodilló.
Hizo un rato de adoración fervorosa

Quiero esa fe, esa certeza
de que Tú, el Hijo Vivo de Dios
estás allí, en ese Sagrario.

Pero, ¿cómo puedo quejarme?
Te veo tan solo en tantos Sagrarios,
olvidado, abandonado.

Hasta yo he dejado de venir con esta pandemia.
Pero Tú no dejas de amar y de llamarnos.

Hoy te he visto en todo tu resplandor
Y toda tu majestad.
Y te reconocí.
Y he percibido tu tristeza por nuestros pecados
y tu amor inmenso por la humanidad.

Señor del Sagrario, perdona mi indiferencia
mi poca fe, mi pobreza espiritual.
Aumenta mi fe.

Quiero consolarte, amarte, estar contigo.
Señor del Sagrario, aquí estoy para ti.

“Los veo y pienso cuánto los amo.
Mi sacrificio no ha sido en vano.
Guardan en sus almas semillas de eternidad.
Y pronto germinarán y darán frutos.

Vengan a mí los que van cansados,
llevando pesadas cargas, y yo los aliviaré.

Hijo mío, debes saber que en tu debilidad
está mi fortaleza
Que no eres tú, con tus fuerzas
sino yo, quien te da fuerzas para continuar.
Y que en tu dolor está mi dolor,
en tus alegrías mis alegrías, porque los amo.

Yo estoy siempre contigo, con ustedes,
todos los días hasta el fin del mundo.”

.

Apoye Aleteia

Usted está leyendo este artículo gracias a la generosidad suya o de otros muchos lectores como usted que hacen posible este maravilloso proyecto de evangelización, que se llama Aleteia.  Le presentamos Aleteia en números para darle una idea.

  • 20 millones de lectores en todo el mundo leen Aletiea.org cada día.
  • Aleteia se publica a diario en siete idiomas: Inglés, Francés, Italiano, Español, Portugués, Polaco, y Esloveno
  • Cada mes, nuestros lectores leen más de 45 millones de páginas.
  • Casi 4 millones de personas siguen las páginas de Aleteia en las redes sociales.
  • 600 mil personas reciben diariamente nuestra newsletter.
  • Cada mes publicamos 2.450 artículos y unos 40 vídeos.
  • Todo este trabajo es realizado por 60 personas a tiempo completo y unos 400 colaboradores (escritores, periodistas, traductores, fotógrafos…).

Como usted puede imaginar, detrás de estos números se esconde un esfuerzo muy grande. Necesitamos su apoyo para seguir ofreciendo este servicio de evangelización para cada persona, sin importar el país en el que viven o el dinero que tienen. Ofrecer su contribución, por más pequeña que sea, lleva solo un minuto.

ES_NEW.gif
Oración del día
Hoy celebramos a...




Top 10
Ver más