Sabemos que el sentido de la existencia para el demonio es hacernos el mayor daño posible, destruir nuestras vidas y familias y al final reservarnos un espacio en el infierno. Dejarnos una eternidad sufriendo. Nos odia con todo su ser. Pero no estamos indefensos ante él. Podemos mucho.
Cada vez que leo la visión del infierno que tuvieron los niños pastores en Fátima el 13 de julio de 1917, reflexiono en la palabra ETERNIDAD, “para siempre”, me doy cuenta de la gravedad del asunto y lo descuidados que andamos por la vida.
“Mientras Nuestra Señora decía estas palabras abrió sus manos una vez más, como lo había hecho en los dos meses anteriores. Los rayos de luz parecían penetrar la tierra, y vimos como si fuera un mar de fuego. Sumergidos en este fuego estaban demonios y almas en forma humana, como tizones transparentes en llamas, todos negros o color bronce quemado, flotando en el fuego, ahora levantadas en el aire por las llamas que salían de ellos mismos junto a grandes nubes de humo, se caían por todos lados como chispas entre enormes fuegos, sin peso o equilibrio, entre chillidos y gemidos de dolor y desesperación, que nos horrorizaron y nos hicieron temblar de miedo (debe haber sido esta visión la que hizo que yo gritara, como dice la gente que hice)”.
Olvidamos que tenemos un alma inmortal y debemos cuidarla, preservarla en la gracia. Somos hijos de Dios y debemos vivir como tales, amando, siendo misericordiosos y justos.
No sé si te pasa igual, pero he notado que las grandes tentaciones, las más fuertes me llegan previo de algún suceso que trastocará mi vida y le dará un giro inesperado.
Si llega el problema y me encuentro sin la gracia de Dios apenas podré reaccionar y defenderme. Es como si el demonio quisiera dejarnos en estado de indefensión para que no podamos hacer nada y desesperemos y así seamos presa fácil.
Suelo decir: “Si pierdo la gracia lo pierdo todo”.
Me he percatado que con la gracia y la presencia de Dios puedo enfrentar la adversidad sabiendo que no estoy solo, que Dios va conmigo. Y la fortaleza que necesite Él me la dará.
Valoro mucho la gracia de Dios, vivir en su presencia. Por eso lucho cuanto puedo contra las tentaciones de este mundo y cuando siento voy a caer acudo a la Virgen María, nuestra Madre Celestial, y le imploro sus auxilios, que me conceda de su hijo la fortaleza y la paz que tanto necesito.
No te dejes del demonio. Lucha con todo tu ser.
Es famoso el caso de san Francisco que ante una fuerte tentación se arrojó a un rosa para que las espinas le pincharan el cuerpo, y las espinas desaparecieron. Hasta el día de hoy se le conoce como el rosal sin espinas.
Lucha y persevera, custodia tu alma, acércate al confesionario, reza, participa de la santa Misa con fervor y llénate de Dios que con Dios lo podrás todo.
¡Ánimo!
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Es fundamental conocer a tu enemigo, enemigo de las almas y la humanidad, para poder defenderte. Te invito a leer un libro que te muestra cómo mantenerlo a distancia. Es : “EL MUNDO INVISIBLE”
*** NUEVA EDICIÓN*** No. 1 en su categoría. “Escribí este libro para exponer al demonio, que todos reconozcan su existencia, tiene testimonios muy edificantes”.
“El LIBRO es sobre la actuación del maligno, con varios ejemplos. Sencillo para el entendimiento de cualquier persona y con letras grandes. Fácil de leer” (un lector).
Es un LIBRO CATÓLICO, con aprobación eclesiástica, precedido de la polémica. El libro del que todos hablan, de nuestro autor Claudio de Castro
“Tras la lectura de este libro fascinante, es inevitable la sensación que no estamos solos y que debemos volver la mirada a Dios”.
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