Me gustan los buenos consejos. Te ayudan a encontrar el camino en los días difíciles que todos tenemos.
Hay dos fuentes que suelo consultar cuando necesito un buen consejo:
- Un sacerdote.
Han escuchado casi todo lo que una persona puede escuchar. Difícilmente podrás contarle un nuevo problema a un sacerdote que ha vivido para servir y consolar.
Cuando no sepas qué hacer, busca un sacerdote y pídele dirección espiritual. Te atenderá con mucho cariño y si lo escuchas, seguramente saldrás adelante.
Yo atesoro estos consejos y suelo escribirlo para usarlos cada vez que necesito unas palabras que me guíen.
Uno que me encanta me lo dio un sacerdote anciano, muy sabio y santo. Recuerdo aún el momento en que me lo dijo. Sonrió amablemente y pronuncio cada palabra como un camino de vida:
“Haz todo el bien que puedas, mientras puedas. Que de ti se diga: pasó por el mundo haciendo el bien”.
- La santa Biblia
Seguro lo has escuchado: “Cuando rezas, le hablas a Dios y cuando lees la Biblia, Dios te habla a ti”. Y es muy cierto.
Recuerdo a un amigo que fue un domingo a su parroquia atormentado por muchas inquietudes. Le dijo al padre que necesitaba dirección espiritual, pero como la misa estaba por empezar el sacerdote le indicó que le atendería con mucho gusto, después de la santa misa. Y le pidió que hiciera la segunda lectura.
Empezó la misa. Mi amigo subió al podio y leyó. Cada palabra que pronunciaba respondía, con una precisión asombrosa, a sus inquietudes. Terminó de leer sorprendido, sintiendo una gran paz. Al terminar la misa el padre lo buscó para que hablaran y mi amigo le contó lo sucedido. El sacerdote admirado por tan pronta respuesta exclamó: “¡Qué bueno es Dios, que siempre responde…!”
He aprendido que es verdad, las promesas de la Biblia se cumplen, Y lo que nos dice… “Cada día tiene su propio afán”, es muy cierto.
¿Quieres el mejor consejo de tu vida? Busca tu Biblia, ábrela y busca en Lucas 12, 22 – 31. Cambiará tu vida.
Es el camino que he hallado para superar los momentos difíciles en mi vida. Resumido sería esto:
“Busquen primero el Reino y lo demás se os dará por añadidura”. (Lc 12, 31)
¿Será cierto? Yo un día lo intenté y descubrí sorprendido que era verdad, y conocí la Providencia Divina. Fue hace más de 13 años… Buscar el Reino ha sido la gran aventura que no termina.
Cada día me sorprendo más de las maravillas del buen Dios, un Padre amoroso y tierno que nunca te abandona.
“Haz la prueba y verás qué bueno es el Señor”.
………….
Te invitamos a visitar la página de nuestro autor, Claudio de Castro.
http://www.claudiodecastro.com/