Hay un silencio que sobrecoge en la Iglesia. El silencio de los católicos es abrumador, mientras queman nuestras iglesias.
NO SOMOS LA IGLESIA DEL SILENCIO.
Somos la iglesia de Jesús, una iglesia que clama por la paz, con la misión de Evangelizar, llamada a ser Santa, católica y apostólica.
Escucho un silencio abrumador en el mundo católico. Queman iglesias y, ¿qué escuchamos? Unas pocas voces y el silencio que lo envuelve todo.
Levanta tu voz. No tengas miedo. No debes temer alzar tu voz.
¿Qué nos dice Jesús? Estábamos advertidos
“No temas, pequeño rebaño, porque al Padre de ustedes le agradó darles el Reino.” (Lucas 12, 32)
“En el mundo tendréis tribulación. Pero ¡ánimo!: yo he vencido al mundo.” (Juan 16, 32)
“..todos los que quieran vivir piadosamente en Cristo Jesús, sufrirán persecuciones.” (2 Timoteo 3, 12)
Saquemos nuestros Rosarios y el coraje para defender pacíficamente, con amor y misericordia nuestros principios, nuestros valores, nuestra Fe, nuestras iglesias y a Jesús en los Sagrarios.
¡No lo dejemos abandonado!! ¡Protejamos a Jesús Sacramentado!!
De cada católico en el mundo, debe surgir esta poderosa voz: “¡Ni una iglesia más!! ¡Ni una iglesia más!!”
No queman un edificio, un monumento histórico… No…
En las iglesias se encuentra lo “MÁS SAGRADO” de la cristiandad, Jesús Vivo, JESÚS Sacramentado, prisionero de amor en los Sagrarios.
Cada Iglesia es un lugar SANTO, sagrado.
Esas personas, ese movimiento, que quema iglesias… quieren sacar a Dios de sus vidas, pero ignoran que lo necesitan para vivir, y ser felices. No saben lo fundamental: que “en Dios vivimos nos Movemos y existimos.” (Hebreos 17, 28)
No conocen a Dios! El mundo necesita conocerlo para amarlo.
Los católicos estamos llamados a defender nuestra fe, dando ejemplo de vida y ser un reflejo del amor de Jesús.
Estos son tiempos de santidad. El mundo y la iglesia clama por santos que nos enseñen con sus vidas, que es posible vivir el Evangelio, amar al prójimo y perdonar.
Toda alma debe ser salvada, incluso las de aquellos que están quemando nuestras iglesias. El llamado de santidad es de perdón y solidaridad para todos, pues todos somos hijos amados del Altísimo. Sí, también debemos amarlos a ellos. Pero nunca olvides que también debes “Anunciar y denunciar”.
Hoy fui a misa temprano, reflexionando estas cosas, y me acerqué al SAGRARIO.
“AQUÍ ESTOY Para Ti Jesús, quiero DEFENDER TU IGLESIA, con la oración, con mi voz, como me pidas, aquí estoy para ti. Eres mi mejor amigo y no te dejaré solo. ¿Qué quieres que haga?”
“Quiero que ames Claudio, a todos, y les muestres mi Amor. El amor es la cura para muchos de sus males. Si amaran serían felices.”
#NosomoslaIglesiadelSilencio
Hoy celebramos a...