¿Te has preguntado alguna vez cómo está tu alma? ¿Tienes algo “escondido” que tu conciencia te reproche y no has confesado? Es hora de ponernos en paz con Dios, volver a vivir en la gracia y el amor.
“Si decimos: «No tenemos pecado», nos engañamos y la verdad no está en nosotros.” (1 Juan 1, 8)
El demonio se interesa poco por una persona que vive con el alma muerta, en pecado mortal. De cuando en cuando la incita a seguir llevando nuevos pecados para que se hunda en un foso sin salida.
Le interesan más las almas de los sacerdotes pues al hacerlos caer y luego desacreditarlos, va a llevarse de golpe muchos creyentes y almas dolidas. Le interesan las almas en pecado venial pues son débiles, tienen pocas fuerzas para enfrentarlo pues se alejan de la oración y los sacramentos. Son como aquellas personas con una larga enfermedad que ha minado sus defensas, cualquier resfriado le hace un daño mortal.
Le interesan las almas inocentes y puras que agradan a Dios.
Necesitas tener conciencia que tienes un alma inmortal.
Tu alma es lo más preciado que posees. Debes cuidarla, nutrirla, fortalecerla con las buenas acciones y el amor, con la oración frecuente, tus visitas al Sagrario, la participación diaria de la santa Misa y la comunión frecuente.
No le permitas al demonio que te haga daño. Está en tus manos.
Para mí, esto es muy importante. Me han preguntado por qué hablo tanto del demonio y su influencia en nuestro mundo. Hay un motivo poderoso para ello.
Hablamos de la eternidad, una maravillosa al lado de Dios o una espantosa en el infierno.
Santa Eufracia solía decir: “Un alma vale más que un mundo”. Y tú eres muy valioso a los ojos de Dios.
He leído que el demonio se aleja de las almas consagradas que viven bajo la protección de la Santísima Virgen María, pues le teme. Querido lector, recemos por nuestros sacerdotes. Necesitan de nosotros y nuestras oraciones para que el buen Dios les proteja y les permita ser fieles y dignos y santos.
Las tentaciones cuando abundan, me avisan que algo desagradable viene en camino. Me ha pasado infinidad de veces. De pronto arrecian las tentaciones y si caigo y me encuentro indefenso para enfrentar y solucionar el problema que empieza a azotarme.
¿Cómo defenderse? Decía don Bosco que no hay dos prácticas a las que teme mucho el demonio pues le restan almas en grandes cantidades: La Comunión bien hecha. Y las visitas al Santísimo Sacramento. Por ello procura desanimarnos al momento de ir a misa para que no vayamos o si vamos lo hagamos de mala gana o distraídos por tantos problemas que nos agobian. Esto lo sé bien, me ha pasado infinidad de veces.
“Si pierdo la gracia lo pierdo todo”, me digo. Soy consciente de mis debilidades, por eso cuando caigo, corro al confesionario y restauro mi amistad con Dios, que es nuestro Padre y nos ama infinitamente.
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Es fundamental conocer a tu enemigo, enemigo de las almas y la humanidad, para poder defenderte. Te invito a leer un libro que te muestra cómo mantenerlo a distancia. Es : “EL MUNDO INVISIBLE”
*** NUEVA EDICIÓN*** No. 1 en su categoría. “Escribí este libro para exponer al demonio, que todos reconozcan su existencia, tiene testimonios muy edificantes”.
“El LIBRO es sobre la actuación del maligno, con varios ejemplos. Sencillo para el entendimiento de cualquier persona y con letras grandes. Fácil de leer” (un lector).
Es un LIBRO CATÓLICO, con aprobación eclesiástica, precedido de la polémica. El libro del que todos hablan, de nuestro autor Claudio de Castro
“Tras la lectura de este libro fascinante, es inevitable la sensación que no estamos solos y que debemos volver la mirada a Dios”.
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