¿Aún no conoces las dulzuras de Jesús? ¿Las gracias con que suele llenar tu alma cuando lo visitas? Jesús ha cambiado mi vida, no me da vergüenza decirlo, es mi mejor amigo. Me encanta visitarlo en los sagrarios de diferentes iglesias donde a menudo lo encuentro solo. Disfruto mucho hacerle pequeñas bromas. Verás, voy a un sagrario, me quedo con Él y me marcho. Debo trabajar. Visito farmacias y lugares donde tengo mis libros. Pero en el camino me detengo cuando paso por otra iglesia y entro de sorpresa:
―Eh… ¿Tú aquí?
Y se desarrolla un dialogo interior sorprendente.
―Aquí estoy Claudio.
― ¿Sabías que vendría a verte?
Es como si riendo respondiera:
―Ya nada me extraña de ti.
A veces sencillamente me asomo y le digo que le quiero y continúo mi camino, sobre todo cuando ando apurado. Pero luego le dedico el tiempo que Él merece y le hago compañía.
Me encanta pasar ratos con Jesús ante el sagrario. Sé por experiencia que EL ESTÁ ALLÍ, VIVO. Esperando. Amando. Y disfruta mucho nuestras visitas.
Casi todos mis libros, los que más vidas han tocado, los he escrito al calor del sagrario. En su presencia me llegan las ideas, por eso siempre llevo un lapicero y una libreta para anotar. Es algo que me encanta de Él.
He leído sobre los santos que tenían una particular devoción por Jesús Sacramentado en el sagrario. Les encantaba visitarlo a todas horas Y TENÍAN UNA FORTALEZA ESPIRITUAL IMPRESIONANTE. La Beata Sor María Romero en Costa Rica solía ir al jardín donde cultivaba sus rosas, cortaba algunas y las colocaba muy cerca del sagrario para que a Jesús le llegara el aroma de las rosas.
Otra de mis actividades favoritas es visitarlo cuando está expuesto los Jueves Eucarísticos. No imaginas la gracia que es esto. Sólo piensa; es Jesús, Él te ve, te escucha, te ama, y desea favorecerte, llenarte de gracias para que fortalecidos podamos enfrentar las adversidades de esta vida.
Ya no tengo la menor duda. He visto cosas increíbles, personas cuyas vidas son tocadas y cambiadas en un segundo por Jesús Sacramentado.
Las grandes milagros y aventuras de mi vida han iniciado un Jueves Eucarístico. ¿Casualidad? Podría ser. Pero cuando ocurre más de lo imaginable te dices:
―Vamos Jesús, sé que eres tú.
Y Él sonriendo podría responderte:
―Sí Claudio, Yo soy.
¿Qué te recomiendo? Anda, visita a Jesús.
Y por favor no olvides, cuando vayas dile: “Buen Jesús, Claudio te manda saludos”.
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¿Has leído los libros de nuestro autor Claudio de Castro? Te los recomendamos. Son un bálsamo para el Alma.