Parece que estamos sacando a Dios de la ecuación. Y es una tragedia. Tenemos un instinto natural de supervivencia que se activa en momentos como los que estamos viviendo. Y nos protejemos. Es bueno hacerlo. Pero es mejor cuando recordamos que también tenemos un alma y hay que cuidarla.
Se cierran iglesias, se suprimen las misas como medidas de contención. Pero… ¿hay confesiones? ¿Cómo limpiar nuestras almas? ¿Cómo recibir el Cuerpo de Cristo? ¿Qué va a pasar? Ayer estuve reflexionando mucho en esto. ¿El mundo entra en crisis?
En mi país, Panamá, se anuncia el 1er caso de coronavirus, un caso leve, luego por la noche del día siguiente nos anuncian un muerto y 7 infectados y el cierre de los colegios y la cancelación de actividades masivas. Y ahora es declarado una pandemia.
Viendo las noticias, pensé mucho en mi alma inmortal. Ese día recibí este maravilloso audio del padre Manuel Villareal, uno de nuestros sacerdotes. Te lo comparto. Da mucha paz.
Le temo al virus, el temor es saludable, un reflejo que nos permite estar alertas ante situaciones de riesgo. Pero no debe ir más allá. Debes conservar la serenidad, tener prudencia. No rendirte ni dejar que tus ánimos decaigan. Esta es una lucha de todos, juntos. Y vamos a vencer.
Seguir las normas de higiene que nos dan es importante. Debo cuidar mi cuerpo, protegerme del virus, y proteger a mi familia. Pero y ¿mi alma? ¿qué hago por ella? ¿La dejo abandonada sin protegerla del pecado mortal?
El día que anunciaron que el Coronavirus era declarado una pandemia me llamaron de Relevant Radio, un emisora católica Hispana de los Estados Unidos. Querían conocer el punto de vista desde la fe, de un autor católico sobre lo que estaba pasando en el mundo. Me gustaría compartirte la entrevista. Deseo que te de esperanza y vivas con mayor entusiasmo y serenidad, tu fe, en estos días oscuros que estamos viviendo.
Escúchala y compartela si te gusta.
¿Lo peor que puede pasarnos en esta pandemia? Vivir con el virus del pecado y no darte cuenta.
El pecado mortal, como el Coronavirus que afecta al mundo, se esparce también y afecta a familias, países, comunidades.
El pecado es colectivo porque afecta a otros, tiene consecuencias.
Esto son tiempos en que el demonio sale a gusto sembrando el terror, logrando que pienses solo en lo material y olvides lo espiritual. No te dejes. Somos cuerpo y espíritu. Vivimos con lo temporal (nuestro cuerpo) y lo eterno (nuestras almas).
Tienes un alma que debes cuidar.
En medio de esta Pandemia, la fe, la gracia santificante, la oración y la presencia de Dios, nos sostendrán.
¡Ánimo!
¡Dios te bendiga!
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“Con lo que se vive en el mundo, conviene ser obedientes, y quedarnos en casa por nuestra seguridad. He pensado entonces que tenemos a nuestro alcance los libros digitales que podemos bajar a nuestros dispositivos (Celular, ordenador, tableta…) en menos de un minuto, sin salir de casa, y tener la compañía de un buen libro que nos anime y oriente espiritualmente. Por eso estoy publicando estos libros digitales esperando que sean para ti un bálsamo y te brinden momentos de Paz”.
Nuestro autorClaudio de Castro nos presenta su nuevo libro: “EL PODER DE LA ORACIÓN EN TIEMPOS DE LA PANDEMIA”. Te recuerda que no estamos solos y que “con la ORACIÓN LO PODEMOS TODO”. Te lo recomendamos. Es muy fácil de adquirir impreso digital.
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