Hace unos años me pregunté cómo viviría el Adviento que estaba por empezar, si fuese el último de mi vida. Por días me senté a reflexionar. Seria un adviento maravilloso, el mejor de todos, Viviría cada día con una gran ilusión. Me olvidaría de los problemas temporales que me quitaban el sueño. Viviría en paz, sabiendo que pronto me encontraría con el Amor de los amores, con el Rey de reyes, mi mejor amigo del sagrario.
Este año que se avecinan esos días santos de espera y reflexión, me hago la misma pregunta, el mismo propósito. Quiero amar, no odiar, perdonar, ser justo y misericordioso, irradiar a Cristo, ser una luz que ilumine la oscuridad de este mundo tan sufrido.
Quiero ir al sagrario y decirle que le quiero, es mi anhelo arrancarle una mirada tierna, un gesto de alegría.
A medida que pasan los años nos abandonan las personas que amamos y se marchan al encuentro con Dios. En Adviento será diferente, Él vendrá a nuestro encuentro.
No me avergüenza decirle a todos que “lo amo”, que Jesús es la gran ilusión de mi vida, y en Él tengo puestas mis esperanzas y sueños.
Hoy que escribo estas palabras nuestra iglesia celebra la festividad de Cristo Rey. ¡Qué maravilla! El rey más justo, misericordioso y bueno que alguna vez podrás conocer.
En Adviento me acercaré al pesebre y le pediré humildad al pequeño jesús. La gracia de ser humilde, que tanta falta me hace.
La vida es una gran aventura, es maravillosa y merece ser vivida a plenitud, sin hacerle daño a los demás, buscando en todo agradar a Dios.
Estamos llamados a ser signos de contradicción. Ser instrumentos de paz y poner la luz que este mundo urgentemente necesita.
En este adviento haz un alto y revisa tu vida. Toma la gracia que se te da gratuitamente, y sé feliz. Dios quiere que seas feliz, por eso te llama a ser santo.
Vive estos días santos en familia y si estás enfermo o pasas un mal momento, acepta y ofrece tus sufrimientos por el bien de las almas.Pienso mucho en aquella dulce anciana que en ocasiones me llama y me cuenta lo que sufre por su enfermedad y edad y que todo, absolutamente todo lo ofrece a Dios por amor.
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Te dejamos con estas bellas canciones sobre el Adviento.