El Espíritu es uno de los grandes olvidados de nuestra fe. Tenemos devoción a muchos santos, a María y a sus infinitas advocaciones, al Sagrado Corazón, etc. y casi siempre dejamos que pase desapercibido el protagonista del tiempo que vivimos desde la Ascensión de Jesús a los cielos: el Espíritu Santo.
Yo al Espíritu lo veo.
Yo al Espíritu lo oigo.
Yo al Espíritu lo siento.
Yo al Espíritu lo saboreo.
Yo al Espíritu lo huelo.
Lo veo en el ejemplo de tantos que viven su vida pensando en el otro.
Lo veo en la debilidad del abuelo que recoge alegre a su nieto en el cole.
Lo veo en la mirada de mis hijos.
Lo veo en las lágrimas de cansancio de mi mujer.
Lo veo en el pan y en el vino llamados a ser Dios cada domingo.
Lo veo en las manos chiquitas de los niños que se agarran a su madre.
Lo oigo cuando alguien habla bien de su vecino.
Lo oigo cuando escucho las notas mágicas de una obra de Beethoven.
Lo oigo cuando me dicen “te quiero”.
Lo oigo cuando Dios me susurra que continúe firme en mi camino.
Lo oigo en la palabra de mis hermanos, compartida en comunidad.
Lo oigo en el “gracias” y en el “perdón” cotidiano de la familia.
Lo siento en el viento de mañana, fresco y pertinaz.
Lo siento en la piel desnuda que me acaricia con amor.
Lo siento en la tierra seca que pide agua a gritos.
Lo siento en las entrañas que se revuelven desconcertadas.
Lo siento en la emoción que brota de lo más hondo tras el silencio.
Lo siento en el abrazo sincero de los alumnos que te quieren.
Lo saboreo en una comida cocinada en casa con cariño de madre.
Lo saboreo en un paseo lento observando calles, plazas, tiendas, personas que van y vienen.
Lo saboreo cuando la boca y el corazón se han quedado secos de tanto hablar, de tanto amar.
Lo saboreo en la comunión, en la presencia viva de Cristo en la Iglesia.
Lo saboreo en la pasta y en la felicidad que tanto me da comerla.
Lo saboreo en los acontecimientos que se empeñan en echar planes por tierra.
Y lo huelo en el pobre,
y en el niño,
en el incienso que se eleva,
en el enfermo que espera,
en la mujer que pelea.
Feliz Pentecostés a todos. Un abrazo fraterno
@scasanovam